Jesús siempre está ahí.
Jesús siempre está ahí.
“Aun cuando yo pase por el valle más oscuro, no temeré, porque tú estás a mi lado. Tu vara y tu cayado me protegen y me confortan" Salmos 23:4.
La Promesa de Dios para tu vida es que dónde quiera que te encuentres o por lo que estés pasando, Él está a tu lado. Su palabra te reconfortará y te protegerá, por lo que no debes temer.
La fe es creer aún sin ver. Si está oscuro o hay peligro, hay voces en tu mente que te desaniman o te preocupan, diles que se callen, que enmudezcan. Una vez, Jesús se quedó dormido en medio de una fuerte tormenta, los discípulos estaban angustiados y lo fueron a despertar: “Señor no te importa que nos ahoguemos".
¿Cuántas veces le has dicho al Señor : “No te importa que la esté pasando mal, no te importan mis problemas o cuándo Señor contestarás mi oración y me ayudarás?
Muchas veces pensamos que el Señor está lejos o está muy ocupado, que no ve por lo que estamos pasando, que no escucha. Pero sabes, Él siempre escucha, siempre está obrando para tu bien.
“Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza" Marcos 4:39.
Así mismo si tú callas y enmudeces la tormenta qué hay en tu alma o en tu mente, la tormenta cesará y podrás estar en calma.
No temas recuerda las promesas, háblalas y créelas.
¡No temas, Dios está contigo!
Pensando en…
Grande y Maravilloso es Dios, no hay nadie como Él. Su palabra es verdad, nada te faltará. Obediente debes ser y bendiciones tendrás. Su presencia gozarás. No temas, contigo Él está. Protección, salud y vida, Él te dará.
En Su amor no faltará el consuelo, el aliento y fortaleza. Y, victoria en Él encontrarás. Busca hacer Su voluntad y Su palabra conocer, ¡no hay nadie como Él!
Tu oración escucha, Su oído inclina, lo mejor prepara y de ti nunca se olvida. Ni te deja ni te desampara.¡Él te ama!
Oración
Dios Tú me has dado autoridad, me fortaleces y me guías. Ayúdame a confiar que en todo momento Tú me cuidas y me ayudas. Hoy decido creer en cada una de Tus promesas, memorizar y declararlas en mi vida, ayúdame a decir adiós temor. En el nombre de Jesús, amén.
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