Evidencias de una vida en Santidad

🗡🔨🔥Un poco de alimento para el alma🔥🔨🗡

                                

             “Porque no nos atrevemos a contarnos ni a compararnos con algunos que se alaban a sí mismos; pero ellos, midiéndose a sí mismos por sí mismos, y comparándose consigo mismos, no son juiciosos.”

‭‭2 Corintios‬ ‭10‬:‭12‬ ‭RVR1960‬‬

              Hablamos de Sana doctrina: La sana doctrina es la evidencia de una genuina experiencia en las verdades y principios del evangelio.

              Santidad: 


Antiguo Testamento. De qāḏôš, «santo», y qōḏeš, «santidad», que aparece más de 830 veces. es la de separación y consagración: separación de lo que es común o inmundo; consagración a lo que es divino, sagrado, puro.


La santidad, la vida dedicada a Dios, impactará sus actitudes. Quien vive en santidad no habla ni actúa tal como lo hacen los que no aman a Dios. Vivir una vida santa es vivir la vida como Dios desea. Para lograrlo, hay que tener una relación bien estrecha con Dios manteniéndose atentos a su voz, obedeciéndole en todo.


Misericordia : La misericordia representa el trato compasivo que se da a una persona más allá de sus méritos, en virtud de la expiación de Jesucristo. Nuestro Padre Celestial conoce nuestras debilidades y pecados. Nos muestra misericordia al perdonar nuestros pecados y ayudarnos a regresar para morar en Su presencia.


 Amor: El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad.


Pero porque no revisar evidencias: frutos evidentes ¿Dónde están?.

El Cristinanismo verdadero no se mide únicamente por dones.

Jesucristo también dijo: “Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?”

‭‭S. Mateo‬ ‭7‬:‭16‬ ‭RVR1960‬‬


Los espinos no producen uvas 🍇 


“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.”

‭‭S. Mateo‬ ‭7‬:‭21‬-‭23‬ ‭RVR1960‬‬ 


Los siete hábitos de una vida consagrada a Dios

1. Tener una vida de oración. Esto es algo que aprendemos de la vida de Jesucristo. Aunque los discípulos y la multitud no comprendían por qué tenía que retirarse, cuando todavía había tanto que hacer, el Señor sabía que la oración era una prioridad en su vida.
Marcos 1.35: “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba”.
Lucas 4.42: “Cuando ya era de día, salió y se fue a un lugar desierto; y la gente le buscaba, y llegando a donde estaba, le detenían para que no se fuera de ellos”.

Los discípulos se dieron cuenta de que las oraciones de Jesús no eran como las que estaban acostumbrados a escuchar en su época. Fue al escuchar la forma tan personal en la que hablaba con su Padre celestial, que se sintieron motivados a pedirle que les enseñara a orar (Lc 11.1).

Como vivimos en un mundo lleno de tentaciones, pruebas, dificultades, cargas y pecado, nuestra vida de oración personal debe ser una prioridad, pues nos mantiene conectados a Dios y sensibles a su voluntad. Todo lo que hagamos lo podremos lograr de rodillas y rendidos ante el Señor, mientras le damos nuestro tiempo y escuchamos sus instrucciones.

2. Tener fe en Dios. El Salmo 103.19 dice: “Jehová estableció en los cielos su trono, y su reino domina sobre todos”. Dios está en control de todo lo que existe; no solo de lo que sucede, sino también de las causas y de los métodos necesarios. Su soberanía es nuestro cimiento firme para creer y confiar en Él. En Proverbios 3.5, 6 nos da el siguiente consejo: “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas”.

La única alternativa a la fe es la preocupación. Una vida consagrada a Dios pone a un lado las preocupaciones y confía en las promesas del Señor. Cada vez que una situación nos inquiete, debemos recordar quién está en control. Si reconocemos que la soberanía de Dios reina por encima de todo, no tenemos razones para preocuparnos. La mejor evidencia de nuestra fe es la ausencia de afán.

La confianza en el Señor también fortalece nuestra comunión íntima con Él. Mientras hablamos y le escuchamos, para luego responder en obediencia, nos guía y venimos a ser uno con Cristo en nuestra manera de pensar y en nuestro corazón.

3. Meditar en la Palabra de Dios. El salmista dijo: “Cuando me acuerde de ti en mi lecho, cuando medite en ti en las vigilias de la noche” (Sal 63.6).Meditar incluye leer la Biblia, reflexionar en sus enseñanzas y poner en práctica lo que nos ha dicho. Debemos hacerle preguntas y someter ante su autoridad todo lo que nos indique. Es como si nos detuvieramos a observar en el espejo de la Palabra de Dios, para ver lo que nos dice y luego mirar un poco más allá para verle a Él.

A medida que ponemos nuestra mirada en Cristo las preocupaciones se alejan y nuestra mente queda libre de aquello que nos estorba. El Salmo 119.133 debería ser parte de nuestras oraciones, pues nos dice: “Ordena mis pasos con tu Palabra, y ninguna iniquidad se enseñoree de mí”.

El tiempo de meditación nos mantiene alertas y sensibles para hacer lo que Dios nos ordene. Por eso es tan importante que apartemos tiempo cada día para estar a solas con el Señor por medio de su Palabra. Al leer y pensar en lo que dice, el Señor le habla a nuestro corazón.

Si deseamos que Dios llene nuestra mente con su Palabra, no debemos permitir que el mundo domine nuestros pensamientos. Es fácil vivir ocupados todo el día con los asuntos de este mundo y no dedicar tiempo para pensar en el Señor. Sin embargo, es esencial que dediquemos tiempo para meditar en la Biblia, si queremos tener una vida consagrada. Cada día debemos elegir entre caminar con el Señor o con el mundo.

4. Obedecer a Dios. Moisés le dijo a la nación de Israel: “Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra” (Dt 28.1). De igual manera, si vivimos en obediencia al Señor, andamos en un nivel más elevado que el del mundo. No se trata de menospreciar a otros, sino de escoger vivir bajo los mandamientos de Dios y desechar el estilo de vida del mundo.

5. Depender del Espíritu Santo. El Espíritu Santo mora en la vida de cada cristiano, pero el apóstol Pablo también nos dice que debemos “[ser] llenos del Espíritu” (Ef 5.18). El verbo en griego indica que esa es una acción continua, la cual significa vivir en obediencia a la Palabra de Dios, mientras dependemos y esperamos en Él para que nos fortalezca y nos guíe. Solo al depender del Espíritu Santo podemos llegar a ser y a hacer lo que Dios desea.

6. Dar a Dios y a otros. Contamos con una promesa en Lucas 6.38: “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir”.Nunca podremos superar a Dios en generosidad. Pero si nos negamos a dar, declaramos que no le necesitamos. Solo el Señor puede predecir y proveer para nuestras necesidades futuras.

7. Perdonar a otros. No es fácil perdonar, pero es lo que Dios nos pide que hagamos (Ef 4.32).Aunque alguien nos traicione, debemos perdonar y confiar en que el Señor se hará cargo de la situación.

La pureza - 

Capítulo 53

“Consérvate puro” (1 Timoteo 5.22).

“Sé ejemplo de los creyentes en (...) pureza” (1 Timoteo 4.12).

Nuestro Señor Jesucristo es nuestro ejemplo perfecto de la pureza. Fue tentado en todo como nosotros, “pero sin pecado” (Hebreos 4.15).

Nosotros no podemos alcanzar la purezaperfecta por medio de nuestro propio esfuerzo. Pablo señaló la debilidad de los esfuerzos humanos cuando dijo: “Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios” (Romanos 10.3). Cualquiera de nosotros que haya procurado alcanzar la pureza por medio de su propia fuerza debe arrepentirse y pedirle a Dios que él le purifique mediante su poder. Jesús “se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras” (Tito 2.14). “La sangre de Jesucristo (...) nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1.7). Es posible que el más débil de nosotros ande en sendas de verdadera pureza si se rinde a Dios y deja que él haga el milagro de gracia en su corazón. Esto es la pureza según Dios.

El alcance de la pureza

1. Alcanza la mente y el carácter

Pensemos en los antiguos relojes de arena. Cuando la parte de arriba esté llena de arena, empieza a fluir hacia abajo y pronto toda la arena se encuentra en la parte de abajo. Así también sucede con la mente y el carácter. Mantenga la parte de arriba (la mente) llena de pensamientos puros, y éstos fluirán al carácter. Por otro lado, deje que su mente albergue pensamientos malos y motivos impuros, y no tardará mucho tiempo para que su lengua y su vida den a conocer la suciedad que se alberga en su mente. Recuerde también que aun el pensamiento malo es pecado.

2. Alcanza el hablar

“Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal” (Colosenses 4.6). “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales” (Colosenses 3.16). “Ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias” (Efesios 5.4). Aquí hay varias cosas más que no pertenecen al vocabulario de los que quieren ser puros: palabras ociosas, vulgaridades, profanidad y chismes. Dos cosas son esenciales para que uno elimine estas cosas de su vocabulario: (1) un corazón transformado por Dios, “porque de la abundancia del corazón habla la boca” (Lucas 6.45); (2) un esfuerzo constante en oración para vencer los malos hábitos.

3. Alcanza el compañerismo

Usted mismo tiene que vivir una vida pura para que sea digno de ser compañero de la gente pura y para que usted sepa escoger compañeros puros. Guárdese de compañeros de carácter dudoso. “Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres” (1 Corintios 15.33). A usted no le conviene asociarse con gente impía (Proverbios 13.20).

4. Alcanza las relaciones sociales

La Biblia condena la impureza social. Existen cosas en las cuales algunas personas no ven nada de malo, pero son las mismas cosas que les hacen caer en pecado. Si usted quiere mantenerse puro, no tenga nada que ver con estas cosas: amistades íntimas con personas del sexo opuesto, noviazgos en horas avanzadas de la noche o en lugares solitarios, novelas románticas, conversaciones impuras y chistes vulgares, cines, teatros, circos, y otros lugares de perversión y entretenimiento mundano. Estas cosas incitan las malas pasiones y arruinan la vida de miles de personas. El joven que nunca toma el primer trago jamás llegará a ser un borracho; asimismo, la persona que no se deja atrapar por la impureza nunca será una persona depravada y pervertida.

5. Alcanza la conciencia

La conciencia es el guarda que Dios ha puesto dentro de nosotros para recordarnos lo que es el bien y el mal. Mantenga usted siempre una conciencia pura y sensible. Enséñela a escuchar la palabra de Dios y nunca desatienda sus advertencias. Si su conciencia está dirigida por Dios y obedece a Dios, usted tiene una conciencia pura. (Lea Hechos 24.16; 1 Timoteo 1.5–6; Hebreos9.14; 1 Pedro 3.16, 21.)

6. Alcanza la religión

Santiago 1.27 define la religión pura: “La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.” Usted nunca debe sentirse satisfecho con nada que no sea la religión pura de Jesucristo, sin adulteración y sin las manchas del mundo.

 

Cómo conservarse puro

1. Arrepiéntase de cualquier impureza en su vida

Si ha caído en la impureza no debe quedar allí. Dios nos ama, y nos perdona si nos arrepentimos. Si hemos caído en la impureza, él nos puede limpiar y nos puede dar una vida nueva (1 Corintios 6.11). Sólo tenemos que acudir a Dios en fe, arrepentirnos de nuestra impureza, confesar nuestros pecados y vivir una vida nueva por medio de la gracia de Dios (1 Juan 1.9).

Tal vez usted está viviendo con algunas secuelas de la impureza de su vida pasada. Dios quiere darle paz y descanso. Es cierto que todos tenemos que cosechar lo que sembramos, pero aun en eso Dios nos ayuda. Si usted está luchando con algunas secuelas de la impureza, busque primeramente a Dios y luego a algún cristiano maduro que pueda ayudarle a encontrar plena victoria.

2. Viva en la pureza

Practique la pureza en su vida personal diaria por medio de lo que usted piensa y dice, por medio de las relaciones sociales que tiene, por medio de la vida hogareña que lleva, por medio de su religión. Usted es la “Biblia” que leen sus vecinos. (Lea Mateo 5.14–16; 1 Timoteo 4.12; 1 Pedro 2.11–12.)

3. Lea literatura sana

La literatura que usted lee debe promover la pureza, la justicia y la santidad verdadera. El mundo promueve su literatura perversa. ¡Cuánto más los cristianos debemos promover la literatura que contribuye al crecimiento del carácter cristiano! (1 Timoteo 4.13).

4. No vaya a los lugares de ociosidad

En los lugares de ociosidad en la comunidad muchos jóvenes reciben sus primeras dosis del veneno de la impureza. La costumbre casi universal de ir al pueblo o a un lugar de ociosidad de la comunidad los viernes y sábados en la noche es una fuente de vicios y toda forma de impureza. Manténgase alejado de tales lugares (Salmo 1).

5. Mantenga la mente ocupada en cosas que edifican

El diablo obtiene sus cosechas más abundantes del cerebro ocioso y pecaminoso de las personas impuras. Pero si usted siempre mantiene la mente ocupada en cosas puras no sólo tendrá un antídoto fuerte contra la impureza, sino también promoverá la pureza en la vida de otros que le rodean. A niños y jóvenes se les debe enseñar a leer la Biblia y cualquier otra literatura sana, a trabajar y a hacer otras cosas que aporten algo útil y noble a la mente y al carácter.

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Filipenses 4.8).

Manteniendo la pureza, la Santidad

 

Es un llamado a la santidad a permanecer en vida nueva.

 

Presentación del Sermón

Pregunta Clave: 

¿Qué quiere Dios de nosotros?

Respuesta: Pureza y Santidad

Idea Clave: Dios me está llamando a una vida de pureza y santidad. 

 

Versos Claves:1 Pedro 1.15–16 RVR60 Sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.

 

Mateo 18.3 RVR60 y dijo: De cierto os digo, que, si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.

  

Mateo 19.14 RVR60 Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos.

 

Mateo 19.4 RVR60 Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo,

Corintios 7.1 RVR60 Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.

 

Ilustración: 

Que feo es que yo ande con una camisa blanca y por detrás es un blanco perfecto, pero cuando me doy vuelta, tengo restos de macarrones añejos, frijoles pegados y manchas de café, aunque sean solo unos puntitos de estas cosas y todo lo demás fuera blanco que resplandezca, en que se fijarían ustedes?

Claro que nos vamos a fijar en lo que está sucio en lo que no es puro en lo que me ha manchado.

Así es siempre con el pecado, por más pequeño que sea el pecado nos aleja de Dios y reluce entre todo lo demás.

Por eso no es solo importante que la camisa este blanca, sino que 100% pura. 

Hoy estamos celebrando el día del niño, y es un tiempo especial, pero también es un tiempo para que meditemos en  laúnica forma que podemos agradar a Dios y acercarnos a EL, que es en pureza y santidad.

¿Ahora pensemos en como son los niños, que los hacen tan peculiares?

· Son inocentes

· No son mal pensados 

· No entienden de doble moral

· No andan viendo que provecho pueden sacar

· Son puros

Estás son cosas que conforme vamos creciendo, también vamos perdiendo, pero que cuando venimos a Cristo, el hace todas las cosas nuevas y nos devuelve ese estado tan hermoso de nuevo

En esta enseñanza vamos a ver como la Biblia me dice que para entrar en el reino de Dios debo ser como un niño: esta es la condición exacta de corazón que Dios quiere en nosotros para que podamos ser como El, ósea que vivamos en pureza y santidad. 

Nosotros vivimos en un mundo donde ahora lo bueno se le dice malo y a lo malo bueno, pero el que define que es bueno y que es malo es Dios por medio de su palabra. Y él quiere que seamos puros y santos. 

Resumen:

Dios quiere que seamos como niños, que vivamos en pureza y santidad. 

Bosquejo del Desarrollo

Definición de Pureza y Santidad

¿Qué Quiere Dios de nosotros?

¿Qué significa que debemos ser como niños?

Preguntas de discusión 

Manteniendo la pureza (La belleza de la Santidad)

1. Definición de Pureza Y Santidad: 

Veamos algunos conceptos sobre pureza y Santidad para tener más claro esto: 

Diccionario Bíblico Certeza En el sentido general común al Nuevo Testamento, y a la literatura devocional del Antiguo Testamento, la pureza indica un estado del corazón en el que hay una completa devoción a Dios. 

PUREZA—[Del lat. puritia] Estado o cualidad de puro; completa limpieza. Inocencia, sinceridad. La pureza de corazón es una de las más importantes virtudes teologales. Mediante ella, logramos entender mejor los misterios divinos; y por medio de ella tenemos la promesa de que un día veremos el rostro de Dios ().

La pureza de corazón es una virtud que se obtiene por medio de la Palabra de Dios ().[1]

Strong DRAE: Pureza, santidad, virginidad, castidad.

Santidad: Apartado, diferente.

Podemos decir conforme a estas definiciones que Pureza y Santidad es la virtud o cualidad de una correcta limpieza e inocencia para con Dios, mediante la cual podemos tener una comunión con Dios porque hemos sido apartados y llamados a un andar diferente.

Habiendo dicho pensemos en lo que Dios quiere de nosotros: 

2. ¿Qué quiere Dios de nosotros?

1 Timoteo 4.12 RVR60 Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.

Dios quiere que nosotros podamos ser ejemplo para otras personas que vivamos de acuerdo a su voluntad. 

Todo esto nos lleva a que Dios quiere que seamos como niños para entrar en el reino de Dios entonces; 

3. ¿Qué significa que debemos ser como Niños en la Biblia?

Significa uno que no anda buscando posiciones, que lo busca es solo agradar a Dios, vivir de acuerdo a su palabra.

Jesús dice que de los niños es el reino de los cielos, el busca pureza y santidad en aquellos que pueden entrar al reino de Dios. 

4. Preguntas de Dialogo respecto a la pureza y Santidad 

Según todo lo que acabamos de ver pensemos

SANTO

Nuestra santificación 

Estamos llamados a ser una generación diferente 

 

 

Sabes que tu ciudadanía está en los cielos, por tanto, entonces debemos buscar las cosas de arriba, de donde esperamos a nuestro salvador. 

Conclusión 

Hemos visto la importancia de la santidad, sé que el mundo está lleno de tentaciones: Los deseos de los ojos, de la carne y la vanagloria de la vida. Pero aun así debemos vivir una vida de santidad que agrade a Dios que viva de su palabra.

Sé que es difícil pero no es imposible, este un llamado a la pureza y a la santidad. 

 

Punto unificador: En mundo perdido nosotros podemos ser diferentes, tenemos al E.S que nos ayuda en nuestras debilidades.

Aplicaciones:

· Saque de su vida todo aquello que no le permite ser puro.

· Rodéese de personas que lo inviten a caminar en santidad.

· Mediante el estudio de la palabra y la oración viviremos más en pureza, llénese más de la Biblia

 

Toda la Biblia nos habla de un Dios santo y de un pueblo que vez tras vez es llamado a la santidad.

 



EvangelioEsa santidad que nos acerca a Dios fue lograda mediante la muerte de Cristo en la cruz del calvarioél nos dio un llamamiento santo, diferente porque gracias a que murió en una cruz y resucito al tercer día entonces nosotros nos podemos hacer acercar a Dios.

 

LlamamientoHoy es un día precioso para volver a ser como un niño, para que Dios por medio de su salvación te devuelva su pureza y santidad y puedas tener una relación con él, al arrepentirte de tus pecados y viviendo para Dios, reconociendo que Cristo es señor y salvador. 

   

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